15. Estar para el arrastre


Dirigimos ahora nuestra atención a otra de las muchas expresiones propias del mundo de la tauromaquia que se incorporaron a nuestro lenguaje coloquial en tiempos en que ésta ocupaba un lugar mucho más prominente en nuestra sociedad.   Como ya hemos observado en alguna otra ocasión, muchas de esas construcciones, como la que nos ocupa hoy, son utilizadas de manera tan generalizada que muchos de los hablantes desconocen incluso su origen y sentido preciso.

Cuando decimos que estamos "para el arrastre" (o, en su pronunciación más habitual, "pal arrastre") queremos indicar que nos encontramos en una situación de extremo decaimiento físico o moral, por utilizar los términos de la definición que nos ofrece el Diccionario de la Real Academia Española.  El Diccionario de Uso del Español de María Moliner, por su parte, define "estar para el arrastre" como "estar inútil o incapaz de trabajar o de moverse, por cansancio, vejez, etc.".

La imagen que se evoca es la del toro muerto en el ruedo y a la espera de ser arrastrado al desolladero por las mulillas.  Ese último viaje del astado es quizá uno de los momentos más singularmente desagradables para los no habituados a nuestra fiesta, en especial cuando queda en la arena el rastro de la sangre del morlaco, que sigue manando de las heridas recibidas durante la lidia.  En ocasiones, sin embargo, el arrastre del animal es saludado por los espectadores con una ovación póstuma que celebra la bravura demostrada por el toro durante su lidia, homenaje que reciben, en realidad, el mayoral y el propietario de la ganadería.

Las largas jornadas y la presión con la que habitualmente se trabaja en la oficina moderna conducen con frecuencia a niveles de cansancio físico que pueden cabalmente describirse con la expresión que nos ocupa.  La misma suele emplearse casi con orgullo, como una forma de subrayar la intensidad y la calidad del trabajo realizado, más que en tono de queja, registro este para el que nuestra lengua ofrece una pluralidad de expresiones alternativas (desde el suave "no puedo más" hasta el más habitual "estoy hasta los mismísimos cojones").

Se trata, en todo caso, sencillamente de una forma pintoresca y enfática de expresar nuestro cansancio, que también podemos transmitir recurriendo a otras muchas construcciones coloquiales como "estar deshecho", "estar hecho polvo", "estar rendido" o "estar reventado", entre otras.

Para expresar esta idea en inglés de forma idiomática, podemos emplear la locución verbal to be done in, muy similar a una singular expresión española ("estar matado").  Nótese que to do someone in equivale en inglés británico a "matar", dado que se entiende que donde se mete a alguien es bien en el ataúd o directamente bajo tierra.

Más similar conceptualmente a nuestra expresión es una construcción británica que recogen Brian Brennan y Rosa Plana en su excelente libro "Don't Get Me Wrong", que referenciamos en nuestra bibliografía.  Se trata de to be knackered que hace referencia al lugar (knacker's yard) donde se sacrifican los animales inútiles cuya carne no se destinaba al consumo, típicamente caballos de tiro.

En un registro algo más informal o vulgar, podemos también emplear la expresión to be shagged out para referirnos a la circunstancia de encontrarnos extremadamente cansados, ponderando siempre la connotación eminentemente sexual del verbo to shag.

Ejemplos prácticos:
  • No pude ir a fiesta de Antonio porque llegué de Chile ese mismo día y estaba para el arrastre.  I couldn't make Antonio's party because I arrived from Chile that very day and I was done in.
  • Salimos a darnos un paseo largo y al cabo de dos horas mi primo estaba para el arrastre.  We went for a long walk and after two hours my cousin was knackered.
  • Era su primer partido tras la lesión y estaba para el arrastre en el minuto 60.  It was his first game after coming back from injury and he was shagged after sixty minutes.

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