9. Hasta el rabo todo es toro

En la oficina moderna no faltan asuntos con tanto o más peligro que los toros de querencias más aviesos, esos de los que los matadores dicen después de la corrida aquello de "me quería coger".  Estos "marrones" de categoría especial, además, no parecen terminarse nunca y tienen una peculiar facilidad para complicarse hasta lo inverosímil.  No sorprende, por ello, que los huyan los que pueden hacerlo, al menos hasta el momento en que parecen definitivamente superados y llegar el momento de intentar colgarse la medalla o, al menos, hacerse la foto.

Toda prudencia es poca cuando nos enfrentamos a temas de esta naturaleza.  Especialmente importante es no confiarse cuando el problema parece en vías de estar resuelto pues, como notábamos arriba, es asombrosa su capacidad para complicarse e incluso mutar en otra situación aún más comprometida.

Esa atención es precisamente lo que reclama la expresión "hasta el rabo todo es toro" que, con frecuencia, escuchamos también en el ambiente laboral.  La construcción evoca el paso del toro por el capote o la capa y nos recuerda que no debemos dar por concluída satisfactoriamente cualquier tarea o actividad hasta que la misma esté verdaderamente terminada.

Para los seguidores del Atlético de Madrid, entre los que se cuenta el autor, esta expresión ha quedado indeleblemente asociada a nuestra única final de la Copa de Europa (1974) en la que, tras adelantarnos en la prórroga a falta de cinco minutos, el Bayern de Munich nos empató en el último suspiro y luegos nos barrió 4-0 en el partido de desempate.

El inglés nos ofrece una locución de origen relativamente reciente que transmite la misma idea, si bien con una imagen bien distinta: it's not over until the fat lady sings.  La expresión parece tener su origen en los ambientes deportivos norteamericanos de la segunda mitad del siglo pasado, lo que puede explicar su tono y también el hecho de que sea frecuente que encontremos su variante it aint't over until the fat lady sings.

La referencia es a la ópera, quizá más concretamente a las densas e interminables obras wagnerianas. Para aquellos impacientes que no ven el momento de que la ópera acabe y anticipan ansiosos su final en cada escena, la pista es que la obra no acaba hasta que cante la soprano, generalmente una mujer entrada en carnes.

Quizá debería desarrollarse otra recomendación para aquellos que, como le ocurre a Woody Allen en "Misterioso Asesinato en Manhattan", cuando escuchan música de Wagner durante media hora sienten un deseo irrefrenable de invadir Polonia.



La referencia a la obesidad de la cantante sitúa en estos tiempos la expresión en la categoría de lo políticamente incorrecto.  Quien quiera evitar esta connotación pueden quizá optar por la tautológica it's not over until it's over.

Ejemplo práctico:
  • Ganábamos 3-0 en el descanso pero les recordé a los jugadores que hasta el rabo todo es toro. We were 3-0 up at halftime but I reminded the players that it's not over until the fat lady sings.
  • Ya sé que van muy por encima del presupuesto pero hasta el rabo todo es toro.  El año pasado se las apañaron para cagarla en diciembre cuando no deberían haber estado operando. I know that they are well ahead of budget but it's not over until the fat lady sings.  Last year they somehow managed to screw up things in December when they should not have traded at all.

2 comentarios:

  1. Esto me recuerda a los idus de marzo de Julio César. Hasta que acaba el día de mal augurio, no pasa el peligro.
    Muy buena página.
    Saludos.

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  2. aunque el atlético fue vencido en el partido de desempate, que nos quiten lo bailado.

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